La vuelta al colegio obliga a los padres a crearse una nueva rutina para poder conciliar el trabajo con las horas de entrada y salida de sus hijos en la escuela. En muchos de estos casos, estamos hablando de auténticos malabarismos, horarios cronometrados al milimetro y la imposibilidad de permitirse cualquier imprevisto que acarree el mínimo retraso.
Las personas que no tienen flexibilidad horaria en este sentido se enfrentan al reto de dejar a los niños en el centro escolar a la misma hora en la que entran a trabajar o a una hora en la que no tienen un margen suficiente para llegar a tiempo a ambos sitios.
¿Y que opciones les queda a los padres con estos problemas de conciliación? Es aquí donde los autobuses compartidos al colegio se presentan como la solución idónea, ya que no solo resuelven la “dictadura de los horarios”, sino que además poseen una gran lista de ventajas tanto para los niños que cada día deben desplazarse hasta el colegio, como para los padres que deben cumplir con sus principales obligaciones: como figuras paternas y como trabajadores de una empresa.
Los beneficios de los autobuses compartidos al colegio
- Más tiempo y ahorro para los padres
Los padres que cuentan con autobuses compartidos al colegio para sus hijos pueden conciliar sin problemas el horario laboral con el familiar. Tienen más tiempo para poder organizarse, lo que confiere más tranquilidad y más margen de tiempo cada mañana, además de un ahorro importante en gasolina y desgaste del vehículo familiar.
- Seguridad para los hijos
Las estadísticas no dejan lugar a dudas: el autobús escolar es uno de los medios de transporte más seguros en España debido a la ausencia de víctimas mortales por accidentes de tráfico. Por lo tanto, el transporte escolar es una garantía de seguridad para estudiantes que deben abordar recorridos por autopista o carretera.
- Relaciones sociales entre niños
Los autobuses compartidos al colegio crean contextos diferentes en los que los niños pueden relacionarse entre sí y entender que cada persona es diferente según el momento. Asimismo, los niños pueden adquirir una serie de disciplinas y códigos de respeto.
- Confianza e independencia
Está comprobado que los niños que comienzan a una edad temprana a viajar sin sus padres, a no necesitar que los padres les lleven al colegio de la mano cada día, experimentan un crecimiento de su nivel de autoconfianza porque se dan cuentan que hacen las cosas por sí solos. Son más independientes y tienen un grado de madurez superior.
- Contribución en la educación
Los autobuses compartidos al colegio también contribuyen en la educación de los más pequeños: aprenden a respetar los horarios del bus, a ser puntuales, a estar preparados para salir de casa a una hora concreta, a ser más organizados, etc. Hacer caso de las diferentes órdenes de los responsables del transporte escolar es una oportunidad más para que los estudiantes aprendan a adoptar una actitud adecuada en cuanto al respeto, orden y conducta.
Por último, no debemos olvidarnos de lo que supone reducir las emisiones de gases contaminantes sacando de la carretera un gran número de coches para aligerar la densidad de vehículos en circulación. Los autobuses compartidos al colegio también son la opción más respetuosa con el medio ambiente: los desplazamientos ecológicos protegen la calidad del aire que respiramos.
Escribe un comentario