Uno de los objetivos principales de la ley de movilidad es garantizar que todos los ciudadanos puedan llegar fácilmente a su lugar de trabajo con medios de transporte sostenibles. Sin embargo, la tendencia en los últimos 25 años es el incremento constante de los desplazamientos en medios de transporte como el coche o la moto en detrimento de la bicicleta o caminando.
Uno de los factores que ha contribuido decisivamente en esta tendencia ha sido el desarrollo de los polígonos industriales favorecidos por las leyes de suelo. La ubicación de polígonos industriales más allá del ámbito de influencia del propio municipio se ha convertido en un recurso recurrente, lo que ha comportado un crecimiento exponencial del número de personas que están obligadas a realizar viajes intermunicipales para llegar a su lugar de trabajo.
Es evidente que este nuevo modelo territorial conlleva determinados problemas de movilidad. El principal es que la distancia para acceder al lugar de trabajo se traduce automáticamente en un incremento del tiempo para llegar. Según un estudio realizado en 2005, el 17,2% de los trabajadores españoles dedican más de una hora para ir y volver al trabajo. Este hecho comporta una gran lista de inconvenientes que generan un impacto negativo en el trabajador que podemos resumir como una difícil conciliación entre la vida personal y familiar con la laboral.
Estas circunstancias, junto a una oferta de alternativas de transporte que no cubre las necesidades de los trabajadores, ha propiciado que el vehículo privado sea la única opción para ir al trabajo, lo que constituye la creación de un modelo que obliga a los empleados a no solo hacerse cargo de los gastos del coche (gasolina, peajes, reparaciones, multas), sino que en ocasiones tener que abordar obligatoriamente su compra con el fin de no tener que descartar el puesto de trabajo.
Estos costes económicos están considerados discriminatorios y poco igualitarios dentro de la sociedad y además configura una movilidad insostenible que repercute negativamente en el medio ambiente.
El nuevo Plan de Desplazamiento de Empresa (PDE)
La Generalitat de Cataluña está impulsando dos nuevas iniciativas pioneras dentro del Estado español para mejorar el transporte en el seno de las empresas (Plan de Desplazamiento de Empresa, PDE) y a Polígonos Industriales (Planes de Movilidad a los Polígonos Industriales, PMPI).
Estas políticas de movilidad serán claves para buscar alternativas al vehículo privado, racionalizar el uso del coche, aumentar la calidad de vida de los trabajadores y fomentar la competitividad empresarial y el desarrollo económico. El objetivo también es buscar soluciones de transporte que supongan una reducción del consumo de los recursos naturales no renovables y afecten en menor medida al medio ambiente.
Las empresas con más de 500 trabajadores y las empresas que se encuentran en polígonos industriales deben tener presente que están obligados por ley a tener un plan de movilidad para sus trabajadores e implementar medidas de mejora con la pretensión de conciliar aspectos económicos, sociales y medioambientales.
El transporte compartido, la solución más efectiva
Actualmente los medios de trasporte utilizados en los desplazamientos a los centros de trabajo de más de 50 kilómetros son: coche (78%), autobús (7%), tren (3%), transporte de empresa (11%) y otros (1%). La pregunta que es necesario hacerse entonces es: ¿cómo es posible revertir esta situación?
El transporte compartido en bus es la opción que ha emergido como la solución más efectiva para todos los actores implicados: las empresas pueden gozar fácilmente de un plan de movilidad eficiente, los trabajadores pueden llegar cómodamente y rápido al lugar de trabajo a un precio económico y por cada bus hay 33 coches menos en carretera, lo que también es la elección más respetuosa con el medio ambiente.
Este método de transporte para los desplazamientos hacia el trabajo es común desde hace mucho tiempo en Estados Unidos, Reino Unido o Brasil donde históricamente los trabajadores han tenido que abordar largos trayectos desde su hogar para llegar al trabajo. Ahora es el turno de España. ¿Preparado para el cambio?
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